Lejos


Sus animos se fundieron en un abrazo casi desesperado y que se quedaron así...

Inmoviles...


Sus pechos juntos durante un segundo más...

Pero sus ojos permanecían abiertos en la semioscuridad del atardecer. Ella ya no disfrutaba del calor de su cuerpo y de la fuerza de sus brazos, y él estaba cansado de sujetar sus hombros delicados con fuerza para que no se escape..

Tal vez pensaba en dejarla escapar aquella noche irremediablemente. O tal vez lo que pasaba es que ella se había vuelto un poco más rebelde a cada minuto, hasta querer alejarse poe completo.

Por sus mentes aparecieron de nuevo las excusas, otros planes, otra gente, otra vida, otras voces, el vacío de una habitación... La mirada indiferente al vestirse, la sonrisa fingida al decir hasta mañana (hasta un mañana que está por ver si algun dia llegará).
Los dos sintieron aquel escalofrío al unísono, el temblor al notar que no había abrazo, ni había noche, ni había amor.

Que no estaba ella, que no estaba él, que ya no había un ellos que buscar.

Allí, cuerpo con cuerpo, se sintieron lejos...
Se supieron lejos...

Más lejos que nunca...

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ella siempre estuvo ahí,
solo anda envuelta en su idea errónea
de que tal vez no sea para ti,
que lo que paso solo fue el momento, momento de los dos!
Y tal vez en su equivocación, te dijo adiós…
Aun así no creas que te olvidó,
porque solo se trato de una careta que ella invento…
Aun así ella te sientes lejos,
pero un lejos incierto,
que cuando menos lo pienses estarán de nuevo
envueltos en su mundo imperfecto...

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