Fearless

Cuéntame desde cuando no sientes temor a nada.Te atreves y vas por mas, no crees en limites, vives sin miedo.

Creo que fue hace muchos años, cuando aún era un niño. Recuerdo los gritos de mamá cuando algo me sucedía, perdía totalmente el control y no sabía que hacer. No estaba hecha para ver a su hijo en sufrimiento, le daba crisis de pánico y recriminaba mi falta de percepción al peligro. Tenía razón en darme unos buenos manotazos para aprender a tener miedo, pero mi miedo se convertía en risa y luego en carcajadas. No me considero masoquista, los accidentes suceden, si no es ahora quizá luego. No te imaginas como miraba papá cuando aún sabiendo que algo me pasaría, me dejaba sentir dolor para aprender de mis errores, eso me llevo a reconsiderar los limites y buscar algo mas allá de lo peligroso, el dolor era parte del juego, comenzaba poco después de sentir que las posibilidades se agotan y debes tomar alguna decisión, antes de comenzar a sentir un aire frío rozando la nuca, debes aprender a a confiar no solo en la suerte o tus instintos, confiar en todo. Y en alguna de esas cosas encuentras otras emociones que al contrario de hundirte, te levantan. Así es como vas perdiendo el miedo.

Allá por el 94´ (Intro)




Al mirar sus ojos, supe que algo mas que el peinado teniamos en común. Él era 18 años mas joven que yo, tenía razgos europeos y un español que apenas se entendía. Estabamos trabajando en nuestro último proyecto hasta que se le ocurrió hablar del pasado...

Fué en Londres, se conocieron en la calle Oxford por la tarde, ella era una rubia esbelta en la primavera de su vida y él un artista en busca de la pintura perfecta, dibujaba cierta porcion de la calle para inmortalizarla en su lienzo y venderla en algun mercado de la zona hasta que ella irrumpió de la nada en la imagen, llevandose toda la atención del artista que comenzó a dibujar sus pasos, persiguiendo con la mirada su recorrido por las tiendas y el balanceo de sus abultadas compras mientras mantenía el equilibrio en esos zapatos que marcaban sus pantorrillas a cada paso que daba.

Confesonario




Debieron de ver su rostro cuando le dije que dejaría todo para convertirme en escritor. No se si sus lágrimas fueron de emoción o decepción, poco me importaba en esta etapa de mi vida, simplemente quería hacer lo que tanto me apasionaba sin necesidad de sentir la obligación de "encajar". No paré de explicar mi preparado sustento y mostrarle mi recopilación de escritos para terminar de convencerla que sería una buena idea, al fin y al cabo era lo que mejor hacia ¿no?. Despues de esa confesión emprendí mi largo camino hacia la libertad...