Confesonario




Debieron de ver su rostro cuando le dije que dejaría todo para convertirme en escritor. No se si sus lágrimas fueron de emoción o decepción, poco me importaba en esta etapa de mi vida, simplemente quería hacer lo que tanto me apasionaba sin necesidad de sentir la obligación de "encajar". No paré de explicar mi preparado sustento y mostrarle mi recopilación de escritos para terminar de convencerla que sería una buena idea, al fin y al cabo era lo que mejor hacia ¿no?. Despues de esa confesión emprendí mi largo camino hacia la libertad...

1 comentarios:

Liz Pasco dijo...

Qué rico viaje.

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