Ha pasado el tiempo…
Existen muchas razones por las cuales creo que tarde o temprano tendré que usar de nuevo una mentira…
Pero recuerdo una vez más su sonrisa… vuelvo a sentirme vivo, vuelvo a sentir el cariño, y ante todo la seguridad que siempre me transmite… Levanto la mirada con algo de vergüenza sonrío… sonrío de una manera descomunal, sonrío por la felicidad que ella me lleva, mi sonrisa mas radiante, adornada de los colores que tan sólo la honestidad puede imprimir sobre ella…
Salgo a la calle como todos los días… con mi mente fija, estable y confiado en tu convicción en que aceptas mis palabras con agrado. Sabes de los motivos, la fuerza detrás de los actos, no es otra que la verdad, que necesitamos excusas, que toda palabra no es más que la conclusión lógica de la sinceridad…
No necesito mentir. No puedo mentir. Sería tan difícil... Aunque nunca sospecharía, con su confianza plena en mí, la absoluta verdad es lo único que para nosotros tiene sentido…
Te preguntas cómo es posible que otros puedan dibujar huecas sonrisas, miradas que evaden todo tipo de encuentro con la verdad… palabras ilegibles, viviendo siempre en un cuento distorsionado…
Miras en tu interior… y te preguntas por qué la gente acaba atrapada en una red de mentiras, y si llorarán cada noche por haber olvidado la verdad…
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