Sonrisita

Sus Delgados labios dibujaron una delicada “U”, sus pequeños dientes y los gestos hermosos que formaba al sonreír captaron nuevamente mi atención. La mire infinitas veces tratando de imaginar lo que ella pensaba, aquellos secretos de amor, mares de sentimientos, que su sonrisa guardaba. Sus ojos, delineados por un perfecto trazo angelical, brillaban tratando de hablar. Me miraba de “esa forma” tan especial, y aunque sentía que gritaban, no podía escuchar. Tal vez, no quería escuchar. Hice caso omiso a mis instintos y me deje llevar, con el frío de la noche, empecé a soñar. Fruncía las cejas como cuestionando mis inexplicables frases que se atropellan unas a otras. Aun sigo analizando cada movimiento tuyo, intentando buscar un indicio para pensar en cuál será mi próximo movimiento, pero no logro entender tus gestos, tu miraba es confusa, tu sonrisa es confusa, sus frías manos son confusas, tus pies que juegan con los míos son confusos, tus palabras son confusas, no logro entender tu mensaje. Quizá algún otro idioma en comunicación gestual y corporal usas.

Sonrisita pregunta, si por algún motivo yo me alejaría.
No se la respuesta, casi nunca se las respuestas. Solo digo lo que pienso en ese momento, lo que mi corazón dicte, mis cuerdas vocales transmiten. Así nos hemos acostumbrado, a decir lo que pensamos y guardar lo que sentimos. Esta noche es especial, sus ojos brillaron no con ganas de llorar, quizá con ganas de reír, de pedir que no me vaya, que me quede un rato mas, sus ojos brillaron de felicidad. Pude sentir a nuestro alrededor esa aura mágica que envuelve a los que están enamorados, aquellas valientes personas que aun sueñan con ese adjetivo embarrado por el tiempo. Se escuchó el silencio, luego risas, confesiones y silencio nuevamente. Tengo ganas de abrazarla pero no puedo, no tengo la valentía suficiente para hacerlo, no tengo miedo, pero soy cobarde, no tengo vergüenza, mi cuerpo tiembla, es el frío de repente o la falta de coraje para enfrentar esta situación que me enfrenta a lo que siento.

Sonrisita no toma nada enserio.
Sus ganas de rechazar todo intento de acercamiento, me ha obligado a hacer un cauteloso estudio. Recopilando información, extraídas de frases y confesiones escuchadas, pude llegar a la conclusión de algunas bases elementales en la formación y situación actual de sus sentimientos y requerimientos.

He logrado hacer una lista mental de las peticiones que ella me da.

Pide que no le mientan.

Poco floro.

Me pide ser diferente pero no sabe cómo.

Busca seguridad.

Busca sueños.

Escuchar música.

Leer una historia más.


Sonrisita me vuelve a sonreír, mientras me alejo. Esta noche es especial, esta noche es diferente. Ella se despide. Con una clara idea en mente.




Regresa pronto…

4 comentarios:

Soledad Arrieta dijo...

Qué hermosura, Zeroz.. Me llenaste de ternura, precioso este relato...
Cariños!

Pilar dijo...

Sin prisa, sin pausa, sigue cada una de sus diminutas huellas en la arena y cuando tras la duna, se detenga y te sonría, no te arriesges con palabras, ensaya un beso.

ZeroZ dijo...

Sol. Gracias por tu comentario, extrañaba verte por aquí. Nos leemos pronto!

Un abrazo.

ZeroZ dijo...

Pilar. Su cabello oscuro flotaba en el aire. Ella huye del tiempo y de sus sentimientos. Aún no sabe lo que quiere, no sabe lo que siente. Ella es un misterio y prefiero que lo siga siendo. Y si un abrazo no puedo darle, un beso esta fuera de mis límites.

Gracias por tus palabras. Me daré una vuelta por ABALORIOS.

Un abrazo.

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