Querida noche


Querida noche que al ocultarse el sol, a diario, me acompaña.

Como hoy, como anoche, como todos los días que estuvimos enfrentando nuestra soledad. Fuiste la única que supo entender lo que mi corazón guardaba. Creíste en mi desde el primer día en el que nos conocimos, y aunque no te conocía, en muchas cosas coincidimos. Tu también estabas sola, desprotegida, triste y solitaria. Prometiste no volver a enamorarte, no volver a enamorarte de esos artistas que solo utilizaron tu belleza como inspiración, y te dejaron sola, desgarrando tu corazón, sin darte alguna explicación.

La que me escucha, la que me abraza, la que me cuida. Eres tu mi querida noche.
No te confundas.
No dejaras de ser mi eterna compañera. Mi gran amor que a la distancia observo con detención. Escribiéndote a diario como siempre, pero no en hojas de papel, en hojas de mi corazón.

Deja de llorar mí querida noche. Tus lágrimas mojan el papel de esta carta.
Quizá en esta vida no podre estar contigo. Pero sabes que siempre estamos cerca. Y seguiré siendo el poeta que te mira, te sonríe, te hablo…
No dejare de amarte mi eterna compañera.

Con cariño.

Tú poeta.

0 comentarios:

Publicar un comentario