Ya casi amanece, prometimos que no esperaríamos el desayuno
para despedirnos. Toma mi abrigo, recoge los cojines del suelo y trata de no
hacer ruido. No tienes que decir nada ahora, yo tengo la llave del carro, vamos
rápido que se hace tarde.
Apaga el teléfono, no quiero que te den ganas de llamar a
medio camino y te arrepientas, mejor prende la radio, sintoniza la emisora que
pone baladas tristes las 24 horas, quizá una de ellas se acomode con la
historia.
Llegaremos en menos de una hora. ¿Empacaste los recuerdos? ¿Envolviste
nuestros sueños? ¿Compraste todos los silencios? ¿Te deshiciste de tus miedos? Reclina
tu asiento, descansa un poco, yo te levantaré cuando llegue la hora.
2 comentarios:
No me gusta el destino, pero sí tu palabras.
Un beso
Esperando que nos despierten , para despertarnos con un te amo y darme cuenta lo mucho que te extraño.
Lo tristepuede ser bonito?
Vie.
Publicar un comentario