New thinking

Se desvaneció sobre un montículo de pétalos, desgarrando su vestido al rozar con las espinas.

Despierta de este sueño, ya se acabó para nosotros. dije sin saber que ella aún escuchaba mi voz. Ya no vale la pena esperar, creo que alguien se acerca. Mientras sus rodillas sangraban colores, sus labios brillaban por la ausencia de sus besos, mis manos recogieron las lágrimas y las guardé para la cena.

Delicada maldad, sutil desgracia. Estamos jodidos, totalmente jodidos. Estaba tan lejos que ya nisiquiera el recuerdo la traía de vuelta, entonces olvidé por completo su nombre, sus creencias y viceversa. Nos vamos a desgraciar la vida si atamos nuestras manos, me dijo sin saber que ya no estaba escuchando su voz.

Sentí que ya no la quería cuando estaba solo con su presencia o ausencia.

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