Nos vemos pronto.





Resplandecientes como esas noches entre la primavera y el verano, nos reencontramos con aires de familiaridad, como si siempre hubiéramos estado cerca en episodios diferentes, algo de lo que ambos llamamos experiencias pasadas. Nos reencontramos con aquellas condiciones que nos vuelven vulnerables por la transparencia que muestran nuestros secretos sin temer. Me acerco, me recibes con ternura, podrías ser tu, podríamos ser nosotros, mas que un encuentro de verano, mas que una sorpresa de primavera, podríamos llegar al cielo toma mi mano, subamos la escalera. Ya se me ocurre volver a verte, sin espera, sin llamadas, así nada mas, con casualidad. Como víctimas del destino, repetir el mismo plato, repartir nuestro buffet de caricias permitidas, de miradas provocativas y esas cosas que nos regala la vida, cositas creativas. Hasta pronto, nos vemos cuando menos lo esperes, cuando la oscuridad de la noche y aquellas sombras nos regalen mas de una, o quizá mas de dos sorpresas.

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