No sueltes mi mano aunque el miedo recorra tus entrañas, mantente aferrada a mi mientras cruzamos a oscuras este laberinto que no muestra salidas y menos aún respuestas. Debo cuidarte de lo más siniestro de este camino, debo cuidar cada centímetro de ti porque no sabemos lo que vamos a enfrentar.
0 comentarios:
Publicar un comentario